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La Angel Predilecta

Amanecer de un nuevo día

Amanecer de un nuevo día

Sonaron las campanas. ¡Era la hora! ¿La hora de qué?
El juicio final vino disfrazado con los primeros rayos solares.
El sol poco a poco fue quemando su cuepro hasta que éste desapareció de donde posaba placidamente.
 ¿Cuál fue el rastro de ella? Huellas de sangre. Sangre aún caliente.
Los rayos no la destruyeron completamente. Le dieron luz para huir. Huir para no morir, salvar el sigiloso latir de su corazón.
Corazón ardiente y plagado de vitalidad, frescco y debilitado al mismo tiempo.
Tiempo no retroactivo que se le escapó de sus manos yque jamás volverá.

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