Jugando con fuego
A mi que me hubiese gustado
haberte llenado de rosas el corazón
de haberte entregado todo mi cuerpo
todo mi ser, toda mi pasión.
Rozaste la miel de mis labios
no tuviste tiempo para saborearlos bien,
no quisiste saborearlos más.
Solo te gustó jugar con ellos,
mordisquearlos, rozarlos, tocarlos,
pero no quisiste probar su esencia.
Dentro de lo malo puedo saber,
que no te ofrecí todos mis alientos
como única forma de placer.
Nuestros cuerpos disfrutaron,
se enzarzaron uno con el otro,
pero no te entregué todo mi cuerpo,
todo mi ser, toda mi pasión.
Me alegro de no haberlo dado,
porque era lo que tu querias,
y no como yo te lo iba a dar,
a me gusta la pasión, la dulzura,
la lujuria, la fogosidad,
la perversión...
Las pasiones no se pueden controlar,
aun no creyendo en ellas,
¿porque siempre me vienes a buscar?
Solo quiero dejar de ser prisionera
del beso que nunca debiste haberme dado
y con tu comportamiento sentenciado.
3 comentarios
ALFREDO ORTIZ ABAD -
maria de la luz -
ANGEL -